compras en egipto

Mercadillo en Kom Ombo, por Travelmaniaks

Finalmente te has decidido y ya has reservado tu viaje a Egipto. Enhorabuena!! Disfrutar de una de las más importantes civilizaciones del mundo antiguo es un verdadero placer y seguro que no te defraudará. Aquí tienes una pequeña ayuda para no perderse en el apartado "compras".

La gran pregunta es que comprar y donde?

Las compras típicas son:

- Papiros

- Figuras de faraones o dioses egipcios

- Ropa de algodón, chilabas,…

- Shishas

- Artículos de cuero

- Artesanía local

- Joyas (sobre todo oro y plata)

- Escarabajos (de cerámica, de escayola, o reales!)

- Perfumes y esencias

- Lámparas árabes de forja
- Especias
- Música árabe
- Cajas y cofres con adornos de nácar

Egipto es un país muy grande y, salvo en El Cairo, no en todas las zonas encontrarás de todo:

Para comprar Papiros, es más recomendable la zona del sur del país, puesto que la mayor parte de la plantación del Papiro está en esa zona del país. Para el resto de las compras, El Cairo suele ser más barato que el resto de sitios asi que, salvo que veas algo que te ha encandilado, espera un poco y ahorrarás.

Para comprar en todo el país vete mentalizado de que vas a tener que regatear por todo. Ten paciencia y todo saldrá bien. El lugar de compras en El Cairo, es sin duda el mercadillo de Khan el Khalili (o Jan el Jalili). Es un bazar inmenso y laberíntico, que ocupa varias calles y donde podrás encontrar de todo.

Siempre está lleno de gente y de turistas y es fácil encontrar gangas. Notarás que no hay precios en ningún artículo, lo cual sólo significa que el precio será a convenir entre vendedor y comprador. Sin embargo…. para aquellos a los que no se os de bien eso del regateo, no será fácil encontrarlas, pero hay algunas tiendas con el precio ya fijado. Entras, miras, compras y ya está. Sin más complicaciones. Una de estas tiendas de precio fijo es “Jordy”. Todo el mundo en el bazar lo conoce, asi que pregunta a cualquiera y te llevará hasta su tienda. Allí todo es bastante barato, y si esto lo sumamos a la tranquilidad mental que conlleva eso de no tener que pelear hasta la saciedad por conseguir un buen precio por algo, comprenderás porque no es difícil ver a la gente salir de la tienda cargados de bolsas.

La verdad es que después de varios días regateando para absolutamente todo, se agradece ese respiro…